Washington Lizandro: “el deporte ayuda a la convivencia y el Estado debe coordinar con los clubes”

En «Voces en Movimiento: Entrevistas en SUMEMOS», nos sumergimos en la experiencia de Washington Lizandro, presidente de Racing Club de Montevideo y referente de Movimiento del Sur SUMEMOS. Desde su trayectoria en el deporte, hasta su incursión en la política, Lizandro comparte su perspectiva sobre el rol social del deporte y la necesidad de colaboración entre el Estado y los clubes. 

Descubrimos cómo en su rol de dirigente deportivo, aborda no solo desafíos competitivos sino también cuestiones sociales, destacando su compromiso con el fútbol femenino y su visión de un Uruguay más dinámico y descentralizado. En esta entrevista, Lizandro nos invita a reflexionar sobre el impacto transformador del deporte y las claves para un futuro próspero en el país.

Dada tu trayectoria en lo deportivo ¿cuándo es que decidiste involucrarte en la política y por qué?

-El comienzo fue por el año 2010, nos presentamos al acto electoral porque considerábamos que el club necesitaba ciertos cambios, transformarlo a los tiempos que se venían en el deporte. En ese momento, nos pusimos a trabajar en juveniles y ahí descubrí todo un mundo que me apasiona y se hizo un lindo trabajo. El logro más importante fue la gente que “recuperamos”. Los jugadores que van a poder jugar profesionalmente y hacer una diferencia económica son menos del 1% y en el resto hay una diversidad muy profunda de casos. Hay gente que puede venir con el auto de los padres a entrenar y gente que no tiene para el boleto o ni siquiera para comer. Ahí es donde empieza el trabajo y es lo más apasionante de todo esto, recuperar gente que dejó de estudiar o que no tenía hábitos de trabajo por la situación familiar en la que vivía y nosotros podíamos darles cierta estabilidad. Teníamos un programa de almuerzos y viáticos que cubría a alrededor de 50 chiquilines en total.

Descubrí entonces ese rol social. El fútbol es un deporte muy particular, podés tener desde multimillonarios hasta un cuidacoches viendo un partido, uno al lado del otro. Es un hecho que no se da en todos los deportes.

Desde tu lugar actual, ¿cómo desarrollas ese rol social? 

-Yo hace 3 años gané la primera elección en Racing y luego fui reelecto. Aquí estamos haciendo un trabajo, relativamente nuevo, con el fútbol femenino. En 2011 me acuerdo que para conseguir un solo equipo en el fútbol femenino, era muy difícil, teníamos una sola categoría. Hoy por suerte esto explotó, la mujer ha ganado ese lugar en la sociedad, en muy poquito tiempo y hoy Racing tiene cuatro categorías de fútbol 11 femenino y 2 en fútbol sala.

El espacio que se ha ganado la mujer y las ganas que tienen de jugar al fútbol, es impresionante. Ahí estamos trabajando porque se reiteran las mismas carencias o incluso se pronuncian aún más, porque la mujer es más pobre que el hombre y muchas tienen familia a cargo. La problemática se profundiza y hay que colaborar para que la gente se desarrolle.

¿Cómo fue el acercamiento a SUMEMOS?

-Fue Gastón Baudean el que me arrimó, nos conocimos en una visita que hubo de ediles al complejo, por un predio que nos está cediendo la intendencia. Comenzamos a hablar y coincidimos en qué hay que atacar los temas sociales y lo que hay que trabajar en el deporte. 

Acá tengo la libertad de dar mi punto de vista de cómo se tienen que hacer las cosas. Si no estoy encasillado, me siento muy cómodo, muy libre. A partir de ahí, vamos a poder construir mucho.

Por otro lado, como vengo del ámbito de la empresa, tengo una particularidad en la resolución de problemas: resuelvo a mi estilo, a mi modo. Yo considero que en este mundo es un solo sistema económico y lo importante después es el reparto. Ese reparto tiene que ser más equitativo y mejor para la sociedad. 

A partir de tu experiencia, ¿qué políticas crees que sería conveniente que se adoptaran en el área deportiva? 

-El Estado está en un debe muy grande con el deporte. Nosotros muchas veces estamos cubriendo lugares en donde no llega el Estado. A la gente que practica fútbol en los equipos no se les cobra nada, pero estamos haciendo un trabajo que es muy costoso: el equipamiento, los profesores, los directores técnicos, los médicos, los psicólogos, los fisiatras, etc. Aparte de eso, también hay que hacer todo ese trabajo social que mencionaba para recuperar gente para que se reincorpore nuevamente en la sociedad. 

Es un trabajo que el Estado no hace y tampoco valora. Muchas veces en los organismos no comprenden la realidad del fútbol y creen que todo es profesional o que sobra el dinero, y es una equivocación muy grande. 

El Estado tiene que coparticipar con los clubes para lograr un mayor desarrollo porque con el deporte, si logra desarrollarse a su máximo nivel, vamos a tener una sociedad mucho más sana, sin droga, sin violencia. El deporte ayuda a la convivencia y a la formación de las personas. Necesitamos un Estado que coordine con los clubes deportivos, hay que unir esas fuerzas para multiplicar el resultado. 

¿Cómo ha sido tu trayectoria político-partidaria? 

-Desde la vuelta a la democracia, yo estuve afiliado a la Unión Popular, el sector de Enrique Erro, adherido a la Izquierda Democrática Independiente y estuve militando algunos años ahí. Después, mi actividad empresarial no me permitió seguir desarrollándome en política porque no me daba el tiempo. Ahora que estoy más liberado de los otros compromisos, puedo sumar y por eso estoy en SUMEMOS. 

¿Cómo ves al Frente Amplio de cara a 2024?

-Lo veo con buena posibilidad de retornar al gobierno, presentando propuestas claras y concretas. Uruguay necesita estar en reforma permanente, porque el mundo cambia muy rápido, hay que amoldarse. Quien se adapte a los cambios, será quien pueda gobernar mejor, y yo espero que el FA lo haga. 

¿Cuáles serían los cambios más significativos que te gustaría ver en el país?

-Me gustaría ver un Uruguay más dinámico y para eso debe estar más descentralizado. Somos un país macrocéfalo, todo sale de Montevideo y de las instituciones centrales. Eso tenemos que ir eliminando poco a poco, sin cambios bruscos. Así, la autogestión puede prosperar y las cosas se desarrollan mejor y con más eficiencia. 

Uno de los casos que tenemos es la enseñanza: la Administración Central le hace mucho mal. Se debería estructurar por instituto de enseñanza y los directores, que son los gerentes de cada institución, son los que tienen que rendir cuentas. Para eso tenemos que tener un cambio de mentalidad que permitirá mejorar la educación. Si alguien no tiene formación no va a poder obtener empleo de calidad y por lo tanto no tendrá un buen nivel de vida. 

Espero tener un Uruguay próspero, y para eso tenemos que tener una cabeza abierta, no ser tan conservadores, y tener una izquierda moderna, que nos permita llevar al Uruguay a ser un país desarrollado.

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