Sebastián Cousté: “Las formas de SUMEMOS son las mejores para el FA y para el país”

En esta entrega de «Voces en Movimiento», nos sumergimos en una conversación con Sebastián Cousté, Psicólogo de profesión y reciente integrante del Movimiento Nacional SUMEMOS. Con una trayectoria marcada por la militancia dentro del Frente Amplio, Cousté comparte sus experiencias y motivaciones políticas, así como su visión sobre el futuro del país y el papel crucial que SUMEMOS puede desempeñar en el panorama político. Desde sus inicios en la política juvenil hasta su apoyo a Carolina Cosse y sus reflexiones sobre los desafíos urgentes y fundamentales que enfrenta Uruguay, Cousté ofrece una perspectiva esclarecedora sobre el camino que el Frente Amplio y SUMEMOS tomarán de cara al 2024.

 

Contame un poco sobre tu trayectoria política ¿cómo se ha dado tu militancia?

-Mi participación política formal comenzó en 2009, conformando una agrupación joven dentro del Frente Amplio (FA). Teníamos la firme convicción de traer temas potentes y diferentes a la mesa de los discursos de por aquel entonces, sobre todo comenzar a hablar de la necesaria renovación y el papel de los jóvenes dentro de la fuerza.

Mi militancia durante ese año fue intensa en toda la campaña electoral, con pocos recursos como agrupación, pero con muchas ideas y fuertes ideales. Si bien éramos un grupo pequeño supimos ser creativos a la hora de hacer visibles nuestro proyecto. El proceso fue desembocando en que en las elecciones nacionales de ese año yo encabezara la Lista a Diputados, siendo el candidato más joven de ese período electoral. Fue una enorme responsabilidad, porque como agrupación no nos guiábamos por personalismos, sino por construcciones colectivas, y, por tanto, mi papel era el de representar esa sinergia de voluntades jóvenes que querían expresar la necesidad de un cambio en la fuerza política. El éxito fue, sin dudas, haber, aunque fuera en una pequeña medida, contribuido al triunfo del FA en el gobierno nacional, y más tarde, en Montevideo. Quizás no quedamos en el recuerdo de muchos, pero estoy convencido de que todas las acciones, sin importar su tamaño, cuentan. 

Mi militancia continuó activa con propuestas e iniciativas que creía que merecían ser discutidas para la capital, manteniendo un contacto con el gobierno municipal. Posteriormente, mi enfoque se fue volcando más sobre las acciones sociales y las asociaciones civiles, aunque continué siempre vinculado a la actividad política. 

 

¿Qué te motivó a acercarte a SUMEMOS?

-Encontré en SUMEMOS un espacio que siento que me representa. Y en el cual creo que puedo hacer un aporte para un nuevo gobierno de izquierda y un nuevo gobierno de progresos y cambios. No solo importa ganar, también importa el cómo, siento que el FA llega con una propuesta sólida, debatida y clara, pero que las agrupaciones que van a acompañar todo el proceso eleccionario van a marcar la forma, el cómo, y estoy convencido que las formas de SUMEMOS son las mejores para el FA y para el país. Espacios amplios, integradores, donde las ideas tengan oportunidades de crecer y transformar la realidad. 

 

¿Por qué el apoyo a Carolina Cosse? ¿Qué cualidades tiene para gobernar?

-Pienso, en primer lugar, que el futuro no es mañana, el futuro es hoy. Ya llegó, es palpable. Y los cambios que vamos a enfrentar como sociedad van a ser cada vez más veloces y disruptivos, es obligación llegar temprano a esos cambios. Carolina, por su formación, y por su trayectoria, es la única candidata plenamente consciente de todo lo que esto implica, para bien y para mal. Y, por tanto, la que mejor puede guiarnos hacia una sociedad que tome lo mejor del futuro, sin perder nuestras mejores cualidades humanas. Carolina, es la única candidata con una mirada puesta en el futuro.

En segundo lugar, ha demostrado una capacidad de trabajo implacable, su trayectoria así lo indica, es notorio su desvelo por ofrecer lo mejor que puede en cada oportunidad, su vocación de servicio es genuina, potente e inspiradora. 

En tercer lugar, ha demostrado la fortaleza para soportar los embates de las campañas más duras en su contra con templanza y foco en lo importante. 

Por todo ello, confío en que es quién mejor puede llevar adelante el proyecto colectivo Frente Amplio. 

 

Teniendo en cuenta la coyuntura actual ¿Cuáles serían los cambios más significativos que te gustaría ver en el país?

-Dividiría los cambios en dos grandes ítems: los Urgentes y los Importantes.

En primer lugar, la proposición de enfoques conceptualmente sustanciales e innovadores para eliminar y reducir la pobreza y la indigencia. En este sentido, además de la redistribución de la riqueza, hay que pensar fuera de la caja, animarse a tomar riesgos y no seguir repitiendo fórmulas viejas o importadas. Las personas lo necesitan y lo merecen. La pobreza y la indigencia están atravesados por ejes múltiples, no es solo una cuestión de ingresos. Ya lo sabemos, pero no estoy convencido que hayamos actuado plenamente en consecuencia a ese saber. ¿Por qué? Porque, aunque las condiciones materiales son el principio, hay enclaves de lo contemporáneo que implican cambios en los modos de relacionarnos con las cosas y el mundo. Hay un punto donde parece que los problemas son los mismos hace muchos años, pero en realidad han cambiado: la tecnología, el consumismo, el acceso a la información, la transformación de los vínculos y la ruptura de algunas estructuras sociales, han introducido cambios importantes porque han cambiado a los sujetos implicados en esas problemáticas. No podemos seguir pensando en la pobreza con una cabeza del siglo XX.

En segundo lugar, como urgente, es necesario retomar el rumbo para proteger al país del narcotráfico. Es un problema que necesita acciones inmediatas. Retomar los controles financieros, mejorar los aduaneros e implicar a toda la población en lo que significa este problema. El narcotráfico gana en el territorio porque donde no llega el Estado, da una mano el narcotráfico, se presenta como amigo, como vecino, como salida económica. Ese terreno no podemos perderlo, ese terreno hay que ganarlo hablando con la gente y teniendo un Estado presente. 

Luego, dentro de lo importante, hablando de la tecnología y el futuro, necesitamos adelantarnos a todos los avances que están surgiendo, que son oportunidades para el país si sabemos tomarlos, pero que también son riesgos si no podemos establecer sus límites. Veo enormes oportunidades porque el mundo está cambiando, pero para hacer uso de estas oportunidades hay que entender o vislumbrar hacia dónde va el mundo, al menos, pequeñamente. Además, hay mucho para legislar al respecto. 

Siguiendo con lo importante, es necesario abordar la temática de la Salud Mental, quizás un poco por mi profesión, pero también por los datos objetivos, tenemos un gran problema en torno a la depresión y la ansiedad. Y no es enfocándonos en medicar a la población que vamos a solucionar estos problemas. La medicación es necesaria, pero no puede ser nuestra única respuesta ante problemas que están relacionados con cuestiones socioculturales, tenemos que ser capaces de hacernos preguntas complejas acerca de los modos en los que habitamos el mundo. ¿Qué sentido tienen todos nuestros avances tecnológicos, toda nuestra capacidad de consumo ilimitado si las personas viven infelices y se sienten solas? Más allá de los hechos singulares que pueden llevar a los individuos a vivir estas experiencias, hay un factor colectivo que estamos evitando colocando únicamente la responsabilidad de la Salud Mental en los sujetos, esto, es un error; claro, que es un error que es funcional al sistema, y por eso, las preguntas son importantes para ir desenmarañando ese nudo. ¿Qué cambio significativo me imagino al respecto? Una sociedad donde el acceso a la Salud Mental no sea un privilegio, pero además una sociedad donde se pueda ser feliz con menos. 

 

Desde tu perspectiva, ¿cómo visualizas al Frente Amplio de cara al 2024?

-Estamos llenos de legados, muchos de los grandes referentes han partido dejándonos una enorme responsabilidad, la de continuar con su trabajo, o como hubiera dicho Tabaré, caminando hacia la Utopía. Ese legado de trabajo, de voluntades, de palabras que resuenan son voces que nos inspiran. Ese legado es una semilla que puede estar oculta bajo tierra, pero que siempre está presente. Es la esperanza de una sociedad mejor, de un mundo más empático, de un país más justo. Y es con la fuerza y la convicción de esas esperanzas que siento al Frente Amplio de cara al 2024. Es el momento de retomar la senda, de enfocarnos en comunicar nuestro propio proyecto político para el próximo período de gobierno. Estamos ansiosos de reencontrarnos en las calles codo a codo en el trabajo de la militancia porque este sobre todo es un proyecto de muchos, es un proyecto humano. 

 

¿Y a SUMEMOS?

-Tengo mucho por conocer del espacio, pero lo presiento con un potencial enorme para ser articulador de las mejores tradiciones del Frente Amplio, al mismo tiempo que un catalizador de una nueva etapa del mismo. Creo que es un tiempo para bajar el ruido de discusiones que no son en beneficio del país, sino que responden a pulsiones más elementales, como el simple hecho de ganar una discusión bajo cualquier término, en lugar de hacerlo en beneficio de la verdad o la honestidad intelectual. Hay que ser muy riguroso con uno mismo, porque la ola nos arrastra a todos, y nadie está exento de caer en el traspié de su propio ego. Pero, en política, debemos intentar que prime siempre el bien común por sobre nuestros intereses particulares. En ese lugar veo a SUMEMOS, en el lugar de quien piensa y trabaja con honestidad por causas justas y colectivas, y que, por su pluralidad y amplitud, la ciudadanía reconocerá como pieza fundamental para un nuevo gobierno del Frente Amplio.

Te puede interesar: